Sunday, November 01, 2009

Cambio de domicilio

Han sido cinco largos y buenos años. Pero este blog se muda. Los espero en mi nueva casa.

www.kozameh.wordpress.com

Monday, October 26, 2009

Fui a y vine de Monterrey. Me la pasé muy bien.

Monday, October 12, 2009

Vuelvo a Monterrey unos días, a ver cómo se dan, precisamente, esos días.

Días que pasan

Sábado

8: 45. Mis estudiantes ya están en el salón cuando llego. Son dos, María del Carmen y Sandra y la materia es Taller de Redacción II. La clase, los pronombres. ¿Sabían cuándo un pronombre es enclítico? Bueno, ellas ya saben. Les pongo una pequeña oración: "Traelo". Les pregunto, ¿dónde está el objeto directo. Dudan, al final contestan. Una de ellas me pregunta que aún no sabe para qué le sirve saber eso de los pronombres. Tengo que ser sincero: sólo para pasar el exámen.
1:20. Vamos a abrir una cuenta bancaria porque la que tengo es de nómina y son puras desgracias con ella. El otro día, el cajero no me dio lo que le pedí y tuve que hacer llamadas para poner el reporte, total, que aún no me reembolsan. Estamos casi una hora en la sucursal hasta que finalmente termina todo el papeleo. Ahora sí estás en un buen banco, me dice O. Mientras no me gaste el dinero, pienso yo.
5:23. Ni me di cuenta de a qué hora empezó el partido, pero cuando bajo a ver el México vs El Salvador ya van como veinte minutos. Partido aburrido hasta el segundo tiempo. La transmisión de TV Azteca me hizo reír un poco. Pobres de nuestros comentaristas. Antes sólo tenían que narrar un partido, hoy tienen que ser, además, payasos. Ah eso nos ha llevado la cultura televisiva: la cultura y todo lo demás sólo entra mediante risas o desnudos o bailables de Andrea Legarreta o con la voz del tipo de Dificil de creer.
8:45. La carne se asa muy bien y todos elogian el sabor. Claro (comercial), si es carne de la carnicería de La laguna.
11:46. Dos horas antes y dos horas después de esta hora fijada, todo es felicidad.
2:36. Entro por la calle de Antonio Caso y los coches de los sindicalizados del SME han obstruido la circulación. Por todas partes se ven coches hasta en triple fila y acercarse al edificio del sindicato es prácticamente imposible. Pareciera como si una gran prisa se hubiera apoderado de todos y muchos coches ni siquiera están alineados. Curiosamente la calle está a oscuras, como si les hubieran apagado la luz a propósito. Después de mucho esquivar coches finalmente llego a casa. Sí, a casa. Y duermo.

Monday, October 05, 2009

Hay cosas del corazón y la nostalgia que no son materia para el blog.

Wednesday, September 30, 2009

Miércoles, 12:28

11:02.- Me despierto. No entra nada de luz y compruebo que las cortinas de los hoteles son fabulosas. Aún así salgo de la cama y cuando veo que falta sólo una hora para hacer el check out, despierto a O y entramos en ebullición: buscar los cargadores, acomodar la ropa sucia, revisar la ropa limpia, que las cámaras fotográficas no se pierdan, tirar lo que tenga que tirarse. La televisión escupe una película de las mexicanas, de la época de oro. Al rato toca una mujer y cuando abro me dice que sólo está revisando. Me pregunto qué revisa: ¿que la gente sí abre las puertas cuando tocan? ¿Que algunos no?
12:37.- Fui a este restaurante con Raúl, hace muchos años. Entonces éramos más jóvenes (oh, cómo se va la vida sin darnos cuenta). Entonces él tenía una chica muy agradable, que después dejó. Pedi una trucha al salmón, muy rica. Ahora que voy con O es demasiado temprano y un pescado no es una opción. Aún así pido unos chilaquiles rojos con bisteck. La carne, mala. Parece que sólo en el norte se puede comer carne estupenda.
2:24.- El pueblo se llama Tócuaro. Afuera de la casa está el letrero del artesano de máscaras. El humo de una fogata nos recibe. La mujer se queja con nosotros, dice que la situación está muy mala, que no han vendido nada y que las máscaras es lo único que venden. Un par de gatos duerme la siesta junto a un pequeño escalón. Los niños corretean. La mujer me muestra más de cincuenta máscaras, algunas buenas, otras no tanto. Comerciales, dice. Al fin me trae unas, hechas sobre pedido. El hombre no ha pasado en tres meses. Le compro una, que es réplica de una más vieja, tallada por un hombre que ya murió. Sólo hay dos máscaras iguales en el mundo, me dice. Quedamos de pasar a las cinco por ella, pintada.
3:45. Quiroga es un pueblo donde termina el circuito que recorrer el lago de Patzcuaro. Andamos buscando unas cajas porosas que O vio en Patzcuaro. Las encontramos. Me dan ganas de comprarme una ambulancia y una grua que seguro son excelentes regalos, pero no lo hago. Camino al banco paso por la famosa hilera de carnes de Quiroga, cerca de diez puestos venden unas apetitosas carnitas. La carne se amontaba sobre tablas de madera lustrosas por el aceite. Un par de perros pelean en la calle.
5:50. Me tomo algunas fotos con los maestros artesanos. Son tres, un anciano, que pule una máscara, aferrando la madera entre las piernas y dándole con un mazo y una gubia. Otro, un joven, muerde la madera con un armón y las tiritas del aguacate se despabilan sobre el piso. Al final veo una máscara que seguro querré comprar, un anciano con barbas y cabellos blancos hechos con piel de borrego. Salimos contentos de la casa. Sin embargo, ésta no es la mejor máscara que compré en el viaje.
9:23.- Otra cosa por la cual estar enojado con FECAL. Ayer fue a inaugurar la nueva iluminación de una zona del centro histórico de Morelia. Todo el centro estaba cerrado. Esa era mi única vía para llegar a la libre a México. Terminamos preguntándole a unos soldados por la México Cuota y nos enviaron al cerro, a los raros circuitos que dan al campo de golf Tres Marías. Desde las alturas se descubre la ciudad purépecha y no sé porqué recuerdo una imagen que O me dijo, de Eréndira en su caballo blanco, guiando a los tarascos contra los españoles, pintada en el mural de la biblioteca pública de Patzcuaro.
12:22. La carretera no tiene fin. La veo adelante, descubriéndose ante las luces del coche a los cincuenta metros. Los bordos son afilados. Los fantasmas se incendian ante la cálida caricia de las luces de alógeno. Subimos cuestas. Las bajamos. Un autobús me rebasa y tardo casi quice minutos en alcanzarlo de nuevo. Finalmente lo dejamos atrás. En Atlacomulco, una señora vende tacos y "factura tacos y guisados". Está sola en su puestecito a un lado del camino. Al fin llegamos a la caseta. Terrible pueblo éste, el de Atlacomulco. Con pocas gracias y casetas para entrar y salir de él.
1:05. Llegamos. Finalmente. El viaje ha terminado.

Friday, September 25, 2009

Sábado: 1:15 a.m.

a) Terminé de leer, en la mañana, una novela con la que llevaba varios días. No sé qué decirle a la autora. Además, se me olvidó enviarle un mail cuando el jefe nos dijo que había que hacer un listado de los millares de papel que necesitamos para los nuevos libros. No sé porqué, pero eso me emocionó.
b)Me dio algo de hambre y salí a buscar algo a la calle. No sé, pero estos días se parecen ya, un poco a la navidad. Tal vez es que sueño con que ya sea navidad, aunque no sé para qué. De regreso al escritorio terminé de revisar las pruebas de un libro de próxima aparición y luego quise hacerle una broma a las chicas pero no resultó.
c) Había quedado de verme con Itzel a las tres, pero terminamos viéndonos a las seis. Caminamos unas callecitas hasta las Hamburguesas Memorables. No son taaaaaan, memorables. Tan sólo el domingo pasado, en casa de los Parra, hicimos unas que sí eran fabulosas, al carbón, con tocino, queso manchego y un pan del Sams que era fabuloso. De las Hamburguesas Memorables lo memorable fue la charla. Qué vergüenza cuando te sale tu lado más ambicioso. Estuvimos hablando un rato sobre a quién le pertenece la literatura: si a los críticos o a los lectores. Luego me dijo que su mamá leyó Ixel y a la mitad lo abandonó, pero volvió a la lectura. Le preguntaba si lo que se contaba había ocurrido en la vida real. Ella, no.
d)Fui a la presentación de Alejandro Paez, de su novela sobre el narco en Ciudad Juárez. Vi a algunos conocidos, pero no me quedé. A ciencia cierta, no sé porqué fui. Tal vez el intento de pasarla bien, de divertirme y ver caras conocidas. Pero no, creo que no soy de esos ambientes, sin duda.
e)Me acordé de Richard Viqueira. Tengo ganas de verlo, pero, como no he ido a sus obras, me temo que me apague el celular, como ayer me hizo un autor que me dejó hablando mientras le explicaba porqué aún no salía su libro. Ya mero, ya mero sale.

Friday, September 18, 2009

Estos días en los cuales no me siento a gusto conmigo mismo, días de los que sé, más adelante, diré: cuánto tiempo perdido en la insatisfacción. Pero así han sido las cosas: pendientes en el trabajo, te dicen una cosa y resulta otra, amagos, contraviajes, uff, fastidio, mucho fastidio.