Tuesday, June 26, 2007

Cuestiones domésticas

Ayer llegó la lavadora-secadora. La buscamos en muchas mueblerías y al final, terminamos comprándola en el Wal-Mart (el Wal-Mart es la esencia de nuestra cultura). Es LG y tiene una puerta frontal, con espejito. Es plateada. Ayer me sentí técnico cuando la instalé y cuando me corté y me abrí una herida vieja, hecha con un cuchillo, no pude más que recordar cuando instalaba aire acondicionado con mi tío.
Y bueno, ayer estrenamos la lavadora. Primero nos dio risa que Mía fue y se sentó frente a ella para ver cómo se removía la ropa, después nos dio risa que fuera Nadja. Una hora más tarde, yo estaba frente a nuestra lavadora plateada y viendo cómo se movía la ropa. O nos tomó foto a los tres en ese momento, viendo el invento del hombre blanco.
Me dije Mijail, cuando les cuento, que un matrimonio no es compartir y ver los electrodomésticos, y me pregunto, si no es eso, entonces qué sí es.

Saturday, June 23, 2007

Construyendo la casa

Lo mejor de estos días es la sensación de construir una casa. Y aunque nos han sugerido una mudanza, la verdad es que estamos a gusto en nuestro pequeña casa, un tanto apretados, (nos faltan muebles y otras cosas), pero lo mejor es ir dándole forma a nuestro espacio. Quitándole cualquier dejo de cursilería y nostalgia, me parece que es algo sencillo. Claro, a veces no, pero en general es algo sencillo. Y claro, tambien paso un rodillo quita pelos de muebles, ropa y alfombra, pero no me molesta. En realidad, creo, me gusta. Y veo mi casa, nuestra casa cómo se vuelve algo nuestra. Sí, no es como la casa de otros amigos con sus cosas buenas y espacios amplios para juegos, cenas, etcétera. Pero hoy en la mañana fui a la cocina y vi los sartenes y las palas colgado de unos ganchos de plástico y no pude más que sentirme tontamente feliz. Y tomé un vaso de agua y un yogurt y me senté a ver a "Los padrinos mágicos".

Vestidos de novia

Yo me resistía a acompañarla. Pensaba que era lo mejor, que ella fuera con sus amigas a buscar su vestido de novia. ¿Yo qué sé de vestidos de novia? El encaje aqui, el encaje allá, la cola larga y el velo corto, la crinolina. Caminamos, no mucho, pero sí, recorrimos la calle de Chile desde Tacuba hasta el deportivo en la Lagunilla. Vendedores de churros, qusadilleras, vendedores de ropones y jubones para primera comunión y maleantes nos salían al camino. Y los vestidos blancos, de novia, se alejaban, blancos, aburridos algunos, terribles otros y bonitos los demás. Pero el presupuesto, bueno, dejaba cosas fuera. Ella se probó varios pero yo no los vi. Me quedaba en las aceras escuchando al Ipod y busgueando entre frituras para ver qué comer. Entré a tiendas de vestidos de novia comiendo elotes o esquites y miraba a las otras chicas que tambien buscaban vestidos. Iban en bola, armando relajo, con las miradas ansiosas. De un rápido repaso negaban, enjuiciaban y se iban.
Ah, los vestidos de novias.
Ayer, creo, finalmente encontramos uno que "nos" gusta.
Ya quiero vérselo puesto el día de la boda.

Monday, June 18, 2007

Aquí los días están muertos. Ya huele a cadáver en descomposición. Yo mismo ando echándome a perder en los rincones. Tanta pus y peste condensadas tanto tiempo en algún momento te inmovilizan la tráquea por las arcadas.

Monday, June 11, 2007

Lunes. Hoy no he hecho nada, en realidad, sí, pero apenas me encamino a este lugar y respiro la sensación de "literatura" en el aire y me entran ganas de nuevo de volver a casa. Creo que trabajaré allá al menos esta semana.
Ha sido, por lo demás, un día tranquilo. Fui a casa de O a limpiar el arenero de las gatas (prepárense lectores para un post aún más instrascendente que los normales) y le puse pino a la zotehuela. Las gatas me miraban con un poco de curiosidad y olían el cemento, asustadas. Después fui al banco y comprobé, con alegría, que no me habían dado baje con la tarjeta bancaria. La traía perdida desde la noche del sábado y hoy lunes mi saldo estaba intacto.
Lo mejor de la mañana fue que llevé una máscara a componer con un maestro escultor. Estuvimos platicando un rato y después me fui.
Vi Samurai 7 en el dvd, me encontré a un amigo la calle de Alvaro Obregón... me hice de comer...
¿se ve que necesito salir ya de esta rutina??
Yo creo que sí, porque estoy como desesperando esperando que ya pongan el cable y el internet en casa.

Friday, June 08, 2007

No sé si sea normal que me encuentre tan agotado. Imagino que, como sucede después del hundimiento de barco, viene una succión de energia. Y yo creo que estoy justo a la mitad o pasando un poco a la mitad de esa succión. No hablo sólo de estos meses, sino de un par de años o más. Hablo de la energia agotada y chupada, cuando la creatividad "tómemosle sin eufemismo de calidad, sólo el simple ejercicio creativo", se convierte ya en una boca estéril, en un estómago que ha vaciado toda su capacidad de decirlo todo. Pero hablo también de los viajes y las ausencias y la vida vivida a menos velocidad aunque sea más rápida en apariencia. Estoy oficialmente cansado, pero aún así debo de hacer el esfuerzo para sacar una cosa más, un pendiente para este mes de julio que viene. Luego no me pidan más: haré otra cosa, si es que puedo, en suma, hacer otras cosas.

Tuesday, June 05, 2007

Ofialmente terminé mi primer tratamiento.
Los resultados han sido alentadores. Bajé 16 kilos en casi tres meses, claro, con sus pequeños contratiempos. Fácil no fue: había días, sobre todo al principio, donde todo se me antojaba, pero ahora esos días han quedado atrás. Rompí la dieta sólo unas tres veces y luego se atravesaron las tres salidas de la ciudad, seguidas, creo que hubiera bajado más.
En fin, las cosas han vuelto a su lentitud normal. Ya sólo me quedan cuatro meses de beca. Espero que sean sin contratiempo alguno.

Friday, June 01, 2007

Vi

Vi la selva desde lo alto de la pirámide de Cobá.
Vi un par de muchachos platicar en la plaza de Carrillo Puerto.
Vi un viejo que mordisqueaba un trozo de madera junto a un scabé.
Vi a una chica y su novio metere a las aguas en Tulum.
Vi muchos insectos alados, muertos, en los pasillos de la casa de la cultura de Puerto.
Vi a una chica que decía: "mis herederos son Rimbaud, Baudelaire."
Vi una víbora huyendo del paso de los camiones.
Vi a un viejo artesano, piel negra por el sol, que miraba con ojos de niño una obra de teatro infantil y se afanaba por que su nieto, de unos tres años, no olvidara esos disfraces chillones y flourescentes.
Y después de tantas cosas vistas: sólo escogí estas para recordar también, todas las imágenes que no he escrito. Adivanar o recordar de forma indirecta, creo, es uno de los placeres de la nostalgia.
Y también de la vejez.