Thursday, November 27, 2008

Otra vez, en donde laboro, no me van a pagar. Así vendrán las navidades, estériles, porque de todos mis deudores sólo uno (gracias MM) se ha portado bien. Tengo tanto que escribir y debo de entregar varias cosas que creo, lo mejor sería abandonar este trabajo que sólo me hace hacer corajes, debería de romper de nuevo las naves y vivir un año sabático o de perdido tres meses sabáticos para terminar todo lo que debo de terminar que es sin duda, una mejor oportunidad para mi vida que ser editor. Yo nunca soñé con serlo y menos he tenido en todo este tiempo la vanidad de decirlo, "soy editor". Una vez me dijo un amigo, de tenerte como editor a autor del sello, prefiero lo segundo. Tal vez lo dijo cuando se me fueron unos "detalles" en la página legal, jajaja. Además, acá todo mundo sabe o tiene la clara de idea de cómo se debe de llevar una editorial y no creo que mi opinión cuente en realidad, para lo más mínimo. Debo de tomar de nuevo una decisión. Dejarlo de nuevo todo, aunque eso implique de nuevo apretarse el cinturón y no comprar algunas cosas que pensaba, ufanamente como todo chico regio que soy, tan al tanto de lo que digan los demás y de las vanidades materiales, comprar este fin de año. Me detiene que ahora tengo ciertas responsabilidades ya no sólo conmigo.
Hoy en la mañana, miré el cielo y no había rastros de lluvia. De un tiempo acá lo echo de menos, la lluvia, la simple y clara y deliciosa lluvia. La última imagen que tuve hoy de la casa fueron las macetas grises, las plantas desfallecidas. Y me dije que sería un excelente día y ya ven, no pagarán, casi discutí con una amiga, en fin.

Monday, November 24, 2008

Hoy tuvimos junta en la editorial para ver qué libros saldrán el año que viene. Qué fastidio no poder publicar todo lo que se quisiera. Qué terror ver cómo algunos libros simplemente no hubo manera de poderlos meter en el plan. Hoy, que también me rechazaron en un diplomado de literatura infantil, entiendo con mucha más claridad esto de los rechazos o los tiempos o las pausas. No hay más que hablar con claridad y tranquiliad con los autores y el ego. Espero que ambos lo comprendan.

Friday, November 14, 2008

No conocía Tula. Hoy nos llevaron de la editorial a firmar libros a una primaria, la Teresa Martín. Debo decir que la Teresa Martín es como una primaria soñada por la calidad de sus instalaciones. A mí me tocó dar la charla en la capilla, donde ya me esperaban cerca de cuarenta niños de entre cuarto y quinto año de primaria, todos con un ejemplar de Los cazadores de pájaros en sus manos. Qué nervios ver a tanto chiquillo con un libro bajo el brazo.
Las preguntas oscilaron desde el "¿cómo se llama tu esposa? y el ¿quieres tener hijos? o ¿cómo quisieras que fueran tus hijos? hasta ¿Qué te inspiró para escribir una novela?, ¿qué consejo me das si yo quisiera ponerme a escribir? ¿cómo se transforma un homobre pajaro en hombre pájaro? y una muy delicada de: ¿cómo le hiciste para manejar el tema del secuestro infantil dentro de tu novela?
Al final tuve que decir que pronto escribié Los cazadores de pájaros 2, ya que la novela tiene un final un tanto abierto. Me regalaron una bolsa llena de dulces de café y más tarde Enrique y Luis, los chicos de la editorial, nos llevaron a comer barbacoa en un restaurante a un lado de la carretera.
Qué sensación ésta de volver a la carretera desde el accidente. Uno de los niños me preguntó: ¿a qué le tienes miedo ahorita? Les dije, bueno, a manejar en carretera. Y les conté brevemente del accidente, el coche destrozado, la noche a mitad de un camino despoblado, las luces de la ambulancia y la patrulla que iluminaban brevemente la noche.
Pero también les dije que, en cuento volviera a tener un coche, tendría que ir de nuevo a donde nos salimos y pasar despacito junto al poste y el árbol que chuparon el coche y evitaron la tragedia en la pequeña barranca. Los niños asintieron y luego otro preguntó que si tenía gatas en casa. Oh sí, les respondí. Dos grandotas, una que come y duerme y la otra que tiene síntomas de perro.
Fue muy bueno el viaje a Tula. El martes en Tulancingo, tampoco me había ido nada mal. Sólo queda más que agradecer, sin duda, agradecer.

Friday, November 07, 2008

Poco a poco las cosas cambian, mutan, vuelven a la normalidad. Qué bien.