Monday, August 16, 2004

el cuidado del blog

Nuevo en estos territorios de la tecnología (recuerdo esa tecnología simple de la piedra tallada y amarrada a una vara con la que nuestros ancestros mataban mamuts y por qué no, asesinaban a otros ancestros) me dedico hoy a "cuidar" mi blog como se "cuidaban" hace años los tamagochis. Y entonces pienso un poco en esto de la tecnología y cómo la vamos elucubrando, diversificando y en muchos sentidos dificultándola.
Sólo el sábado con una amiga, estuvimos como veinte minutos intentando hacer reaccionar una grabadora de cd portátil con micrófono incluído.
¿Qué se han hecho esos tiempos donde Arquímedes, para comprobar el verdadero peso de los metales los calculaba en agua? ¿Qué ha pasado con el famoso fuego, fuelles, retortas, alambiques y el Gran Vaso de Hermes o Huevo Filosofal con el que los alquimistas en la edad media buscaban la piedra filosofal o el elíxir de la vida?
Ahora nuestros gadgets o como se llamen, tienen una multiplicidad de funciones, comandos, tareas programadas y por programar que emocionan e imposibilitan.
¿Quién sabe a ciencia cierta todas y cada una de los beneficios de un celular, de una palm, incluso de un blog que estoy seguro nadie lee? -al menos el mío porque nadie sabe que existe-.

Pero digo una barbaridad. La tecnología ha sido un beneficio del hombre desde tiempos antiguos. ¿Qué habría sido de Siracusa, si el mismo Arquímedes no idea esos espejos convexos para refractar la luz del sol y dirigirla contra los belicosos barcos romanos? ¿Cuánto se habría tartado Pascal en realizar sus mediciones sin su famosa calculadora mecánica ideada por los 1700?
El mismo Galileo, ¿cómo hubiera podido determinar la constante o la idea de gravedad si antes no prepara un tubo de vacío? O bien Anton Leewencok no se hubiera decidido a finalmente hacerse una chaqueta y con ver el semen por el maravilloso artefacto del microscopio.
¿Qué decir si Roetgen no descubre los rayos X con su aparato con el que quería comprobar las transmisión de luz de los rayos catódicos?

Creo que seguríamos en la nube, dando por hecho comentarios como los del obispo de Armagh y primado de Irlanda, James Usher, afirmó en su obra Annalis Veteris et Novi Testamenti, publicada en 1650 y 1654, que el Cielo y la Tierra habían sido creados en la tarde (a la entrada de la noche) que precedía al domingo 23 de octubre de 4004 a. C., el martes siguiente las aguas se concentraron en un lugar determinado y apareció la tierra firme, el viernes fue creado el hombre. Según el mismo autor, el diluvio ocurrió 1 656 años después: Noé abordó el Arca el 7 de diciembre de 2349 a. C. y desembarcó el 6 de mayo de 2348 a. C. (no dice a qué hora).

Así que bien, es mejor continuar cuidando el blog, rogando por que en los laboratorios Rutherford en Inglaterra encuentren una manera de lograr la fusión nuclear sin tener que detonar una bomba de fisión. Es mejor todo, todo eso, a pensar Noé abordó el Arca el 7 de diciembre del 2349 a.C