Monday, September 12, 2005

Cosas que se escuchan por ahi

Ayer mientras me lavaba las manos en los sanitarios de Cinemex Gran Sur escuché a un niño que le preguntaba a su papá: ¿Papá, los Estados Unidos son malos? Miré por el espejo y vi al niño: unos diez años, playera de las águilas; y luego al papá: un hombre chaparro, corte estilo militar, papada dura. A ver qué le responde, pensé.
Pero el padre fue, orinó, se lavó las manos y el niño se quedó siempre a su lado mientras el hombre iba a sacar papel para secarse y luego al bote de basura. Y los seguí, curioso, para ver si el hombre le respondía algo y ya mejor el niño se dedicó a asomarse por el mostrador donde crujientes y doradas palomitas rebotaban unas contra otras y salía espumosa la coca-cola de las máquinas y todo olía a chocolate y mantequilla.
¿Papá, los Estados Unidos son malos? Y el hombre nunca respondió. Tal vez no sabía. Tal vez le daba hueva contestar. Tal vez como era 11 de septiembre más valía no aventurar juicios sumarios o endechas por una nación todavía dolida. O simplemente le dio hueva. Como dice Carl Sagan. A veces nosotros, los adultos, somos los que les enseñamos a los niños a ser ignorantes y no preguntarse cosas. Les enseñamos el No y el qué hueva mexicanizando lo que dijo el físico. ¿Son malos los Estados Unidos?

2 comments:

Argüello said...

Triste es en este vida no tener respuestas... pero lo realmente trágico es no tener preguntas...

Ana Soria said...

Pues si... la infancia es la edad propicia para gestar a seres "racionales y críticos", ya sabes, te da por la pregunadera por querer conocer al mundo, cuando encuentras las respuestas pues entiendes y surgen más; aunque no subestimes a ese pequeño, quizás sea de aquellos duendes que buscan las repuestas a toda costa para entender a su mundo.