Thursday, May 22, 2008

Lo que me gustaba

A mí me gustaba mucho la música grupera. Hubo una temporada que me sabía de memoria más letras de canciones que poesías. Mis preferidas eran las rolas de La Mafia, algunas del grupo Mazz y sobre todo, de Los Tigres del Norte. Soñaba, en aquella época, con asistir a un mega concierto grupero de los que se hacían hace tiempo con frecuencia en la Expo. Esos días previos al concierto eran de cantar "no, no te olvidaré, aunque pase mucho tiempo, no te olvidaré" y "quiero, que me recuerdes, con la canción que nos hacía callar, esa, que nos decía, que nuestro amor algún habría de acabar" o "dónde está la banca, del parque de enfrente, donde yo vivía... dónde está la casa..."
Pero nunca fui a un concierto. Siempre vi a mi primo Pepe que iba, pero yo, por convencionalismos religiosos, nunca pude ir. Ahora no sé si sería lo mismo, porque las canciones ya no me gustan tanto. De hecho, huyo de los conciertos con singular alegría. Aunque, últimamente huyo de todo lo que tenga que ver con ver a más gente o con hacer cualquier tipo de vida social. A mis 30 me encuentro feliz si voy solo al cine o si voy solo manejando.
Pero este fin de semana que veníamos de Monterrey (qué viajecito nos tocó, un tipo nos quiso sacar de la carretera, un federal no ayudó (multándonos, claro), nos llovió todo el camino desde Matehuala hasta San Luis), por alguna equivocación, la radio alcanzó una frecuencia grupera. No sé en qué parte, ni entre qué montañas, y apareció mi canción favorita de La Mafia. Claro, me puse a cantarla mientras el horizonte poco a poco se iba tiñendo de un azul oscuro y la carretera se perfilaba aún, larga, ancha y ajena.

1 comment:

José Luis said...

Ja ja ja.

Yo sí logré ya ir dos veces a la Expo, pero al Palenque, uno: A ver a Lupita Dalessio. dos: a ver a mi Gloria Paisana Trevi.

Siempre le saco la vuelta a los tumultos.

De chico me pasó lo mismo que a ti, solo fui a un concierto, a ver a Amanda y a Diego en la Monumental.

Ahh y a ver a Menudo al Estadio Universitario, allá en mi época de secundario.

Fui porque una niña que me gustaba me invitó. Era una niña de papi, así que me compró boleto de mero adelante.

Pero como era fresa no podía pasar por ella, así que su papá la llevó a ella y a su hermana al Estadio.

Según esto nos veríamos en la cancha. Ja ja ja a sí, cómo no, con el gentío que había nunca la vi.

Pero disfruté de cargar en hombros a tantas chavitas que querían decir "Adiós René" aunque fuera de lejitos, cantar al ritmo de Karla María desde mi espalda.

Buena salud a todos.