Thursday, November 08, 2007

Motel

Anoche fui a la premiación de un proyecto de la editorial. Tocó la Gusana Ciega y Motel. Antes habló Xavier Velasco. Vestido como rock star (sencillamente creo que lo es o ha labrado esa imagen), Velasco se recostó en un sillón rojo e hizo como si fuera un paciente de un doctor y bueno, Velasco actúa como si leyera. A menudo me preguntan qué pienso de Diablo Guardían y digo, sinceramente, que es excelente hasta el punto donde se le acaba el dinero a la protagonista. Después, bueno, ahi va. Temo que se vea como una reseña de la obra. En suma, sólo dos veces antes había visto a Velasco, una en un jardín de San Angel, mientras Velasco coqueteaba con una chica oriental y al tiempo paseaba a su perro inmenso y blanco, y otra cuando cantó en una presentación en la FIL de Guadalajara y cantó y cantó y cantó.
Me cae bien Xavier Velasco porque veo que se divierte. No sé si sea un tipo divertido, pero se ve que se divierte, que son dos cosas completamente opuestas. Lo que me impresionó fue La Gusana Ciega y Motel. A veces creo que sí debería de escuchar más música, pero tengo casi cinco meses que no escucho un disco completo o menos. Claro, la música en vivo es otra cosa, un boleto esperado, pero si huyo de la música en cd, imagínense de la música en vivo. Casi al salir vimos a Laura Dreyffus tomandose un poco de jugo de naranja que unas edecanes daban al salir del evento. Es buena la novela que Laura me dejó leer. Ojalá algún día se la publiquen donde ella quiere y se sienta en un sillón rojo -a hablar con un fantasmal psiquiatra- a hablar delante de un público como el de ayer: rockero, fiestero y aguantador.