Friday, January 25, 2008

Siempre no la encontramos. Siempre no. Mi primo Rubén fue al panteón el día de antier y si bien, mi tía o el cuerpo de mi tía estaba registrado en el osamentario, después de catorce años la exhumaron y la depositaron en una fosa común. Imposible encontrar o reconocer sus restos entre más de sesenta cadáveres. Creo que el sueño de mi abuela, por juntar en una misma fosa los huesos de sus hijos muertos ha terminado.