Al inicio de la película de Buscando a Nemo (Disney, 2003) los productores de PIXAR incluyeron un corto con técnicas de programas de animación de 1997. La calidad del corto es inegable y la música que sirve de fondo a la historia es simplemente singular. La historia trata sobre un muñequito de nieve encerrado en su bola y que intenta alcanzar a una muñequita tipo barbie para cometer toda clases de fantansías sexuales (se le ve en la mirada). después de mucho batallar logra salir casi por equivocación, cae a una pesera donde está una sirena y antes de llegar a ella vuelve a quedarse encerrado en la bola de cristal.
El corto es muy divertido.
Ir la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, con 27 años, sin libros y un medallero de becas en el hombro es como ser ese muñequito de nieve que desea alcanzar a las bellezas. Salvo por el hecho de que el muñequito es un joven escritor y las bellezas son a) conocer a escritores laureados, b) conseguir editor, c) soñar con publicaciones extranjeras y por ende d) hacerse de un agente; hace la historia de PIXAR en una adecuada metáfora.
Así las cosas me fui a Guadalajara con Eduardo Parra y Claudia Guillen. En el camino comimos barbacoa, cantamos algunas canciones norteñas y vimos el impresionante lago de Cuitzeo. Llegamos a las seis ya con la feria hirviendo de actividad y escritores por todos lados. Ahí encontré Víctor Hurtado, me dio la llave de su casa, quedamos en vernos después mientras él seguía al frente del salón de profesionales de la FIL y andaba entre editores de EMECE, agentes y demás. Yo me sentía a gusto. Llegamos a Planeta y empezaron las presentaciones y después en Era estaban Neus Espressate y Marcelo Uribe y las presentaciones seguía. Por ahí apareció José Agustín y Christopher Domínguez. Los saludaba a todos con nervios. Uno nunca deja de saber quiénes son todos ellos para la literatura mexicana: uno de la onda, uno considerado el mejor crítico mexicano desde hace tiempo, así como el editor y la dueña de ERA.
Pero ya más noche, me encontré con Ricardo Chavez Castañeda, miembro del crack y ahí apareció el divertido de Toscana. Nos fuimos los tres haciéndonos bromas y más tarde nos encontramos en el coctel de Planeta.
El coctel fue en la embajada americana y nada más entrar el muñequito de nieve (es decir, yo) se lamentó de no llevar los libros de Antonio Skarmeta. Ahí estaba el chileno grande y feliz con su copa de vino y charlando con Carlos Fuentes. Luego, ya más noche, llegó Arturo Mendoza y junto con Andrés Ramírez, el editor de ficción de Planeta y con Parra, Toscana, y una autora de Planeta, más José Agustín y Antonia Kerrigan nos sentamos en a platicar. Yo nada más oía y platicana con Andrés, Parra y Toscana. Antonia Kerrigan me impresionó. La famosa y poderosa agente Antonia Kerrigan, la creadora e impulsora del crack. Simplemente me quedé helado.
Luego nos fuimos al coctél del FCE. Toscana se robó un cojín.Toscana me aventó contra Langagne. Toscana se robó unas cervezas y las sirvió. Daniel de la Fuente andaba ahí y ya con él, los regios huimos al Lido.
Domingo.
Casi todo lo mismo. Casi todo igual. Comí con Elena, la pareja de Víctor y cuando llegué a la FIL el Parra me dijo: dónde te metiste, nos fuimos a comer al pargo todos los crakeros, Toscana y yo, te estuvimos buscando. Yo, con Elena. La verdad la había pasado muy tranquilo con ella ahí en el restaurante del hotel guadalajara expo. Nos metimos en bola al evento del crack. Ahí estaba Fabiana Padilla tan deslumbrante como siempre y nos sentamos mero al fondo. Chavez Castañeda nos saludó desde la mesa y fue un evento bastante divertido.
Luego, presentación de Parra en el otro lado de la Feria y ahí vamos los dos panteoneros (Toscana y yo) a ver al otro de la tribu. Cuando se terminó nos perdimos otra vez y nos encontramos rato después para irnos al coctel de Alfaguara.
Me acordé de la nieve cuando entramos al restaurante del Hilton y en una mesa blanca estaban los siente crakeros, Antonia Kerrigan al centro y con grata sorpresa encontré a Mónica Lavín, Toscana y Gaby Riveros. La mesa estaba muy ocupada y decidimos irnos ya al reventón. ¿Cómo explicar que casi le di un empujón sin querer a Saramago? ¿Cómo decir el gusto que me dió ver a Montemayor sentado contando chistes y luego a Fabiana andar entre la gente saludando gente y más gente?
Pero el concenso final es que todo estuvo bien. Yo no soy un muñequito de nieve y aunque la película termina con el muñequito encerrado todos sabemos que siempre existe un post-history. Yo me la pasé bien. Y me di cuenta de lo afortunado que soy por mis amigos del medio. Son buenos amigos, como los otros, los que no están en el medio. Es todo. No he contado en realidad todo lo que pasó en la Feria.
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