Wednesday, May 23, 2007

Este proceso de adelgazar me ha modificado mucho no sólo físicamente. Hoy llegué a 88 kilos, cifra impensada. Al salir del consultorio me dije, bueno, ya me dieron permiso de dieta libre gracias al viaje a Monterrey. Y me dije, ah, me voy a comer unos tlacoyos, como los que vi ayer en el programa de cocina del canal 11. Y caminé pero cuando llegué con los tlacoyos me dije: no, mucha grasa. Pasé por un puesto de licuados y dije, no demasiada azúcar. Así fui desechando puesto tras puesto mientras avanzaba a lo largo de 9 calles. ¿Tortas? No, muy pesado para la mañana. ¿Tacos? Nombre, eso es pura grasa. Y así caminé con hambre y todo hasta que llegué al Sumesa y terminé comprándome dos manzanas. Sí: dos verdes y frescas manzanas. Es lo que desayuno en este momento que escribo. ¿Quién me rescatará de la comida saludable?

1 comment:

Lauren Dean Valentino said...

cuánto pesabas? ! yo justo acabo de iniciar un proceso... peso 86 kilos pero dicen ni se me notan...

será la estatura y el ejercicio? haha besos

lauren