Thursday, January 17, 2008

Sin el saludo de hoy

En la oficina poca gente me saluda. Yo las entiendo, están en las alturas de los programas editoriales del país. Son la crema y nata del sistema literario. Aunque estoy en el pasillo, pasan con aire altivo, o prefieren mirar hacia la otra pared en lugar de decir un cortés: hola o buenos días, pero hoy recapitulé que hay una chiquilla nerviosa, traviesa, que tampoco lo hace. Es la asistente del diseñador en jefe. Saluda a la chica del escritorio de al lado, a la mujer del escritorio a mi otro lado pero a mí, silencio, silencio, mirada hacia la otra pared. Yo me le quedo viendo, le clavo los ojos en la espalda. Nada, nada, nada. Al menos mi jefe, cuando pasa, se queda un rato y después se va.

4 comments:

mangelacosta said...

Hola, Toño.
Al menos recibe este saludo que frecuentemente tampoco recibe una respuesta, acá en la UNAM.

Anonymous said...

jajajaja, ¿la gordita de peluca que se cree fashion?

O

A. said...

ese mangelacosta.... es re feo, no... pero bueno, ta nos saludarán los amigos.

José Luis said...

Hay ocasiones en que quisieras que no te dirigieran ni un saludo, menos la mirada, o peor aún: que te dirijan una conversación.

Es tan nauseabundo para mí invertir mi tiempo en conversaciones tan insulsas como:
"Anoche fuimos a un antro, y antier al cine. Mañana vamos al club, y el fin tenemos la cena mensual del equipo"

No solo los contenidos que circundan esas conversaciones me asquean, no, sino que lo platiquen a los empleados que estamos de más abajo, esos que no nos queda tiempo ni para la familia, y no solo tiempo, ni un centavo para malgastarlo como ellos.

Buena salud a todos.
(SALUD, NO SALUDO)