Llego a la casa y encuentro a don Rafa afuera del edificio, escoba en mano, y me dice: mire joven, aquel viejito, bese y bese, nomás calienta pero ya ¿qué calienta? Y busco al viejo del que habla don Rafa y enfrente de las puertas de la secretaría de economía encuentro a un hombre canoso, sí, un tanto viejo, que le da besos a una mujer regordeta, vestida con blusa floreada y falda verde. Don Rafa sigue atento al viejo pero yo entro. ¿Qué de nostalgias y de lujuría tengra el viejo ahorita que ve al otro?
Crónica de dieta/día seis.
Ya decidí que, cuando esto acabe, lo primero que comeré será pastel, o frutas y bombones rociados con chocolate. Por lo pronto, va bien. Ayer nos tocó ir a la consulta y para nuestra sorpresa no estaba Ninfa, sino la doctora principal, creo, la dueña del lugar. Nos dio muy buenas noticias. Yo bajé casi cuatro kilos. Hoy voy a Puebla a subirlos, jaja.
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